COLAN CONHUE - Río Negro (2010)

domingo, 17 de junio de 2012

Hoy 16 de junio se celebra el día del padre en todo el país, y los chicos en la mayoría de las escuelas preparan regalitos con sus propias manos con la guía y ayuda de sus maestros.
Aun recuerdo los ceniceros tallados en panes de jabón blanco, o modelados en arcilla. Los dibujitos. Los cuelgallaves para la pared...
Hoy tengo 41 años, y hace 5 que perdí a mi viejo, y lo extraño. Nunca fue perfecto, a lo largo de mi vida le reproché muchas cosas (aunque nunca se lo dijera), pero con el correr del tiempo me dí cuenta que los padres (ambos) hacen las cosas lo mejor que pueden y atesoro su recuerdo, con defectos y todo.
Pero todas estas reflexiones me llevaron a pensar ¿qué pasa con los miles de chicos que por una causa u otra no tienen papá, porque se fue, porque murió?.
¿Qué pensarán y sentirán esos nenes al comparar su realidad con la de sus compañeros? ¿qué preguntarán a sus mamás? Y ellas ¿que sentirán ante esa pregunta y las complejidades de dar a sus hijos una respuesta que medianamente coherente, mientras tratan de no quebrarse y mostrar sus propias heridas?.
Un caso así me toca muy de cerca.
Por eso, más allá de desear feliz día a todos los papás respetando las convenciones sociales (y comerciales) vigentes, estoy convencida de que deberíamos dejar de lado festejos netamente comerciales.
Celebremos al nuestros padres y madres todos los días, mientras los tengamos. Y cuando ya no estén con nosotros, recordémoslos siempre, que es una forma de tenerlos cerca.

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